Pese al amplio e innovador trabajo de prevención en los servicios municipales e insulares, preocupa especialmente la réplica de roles de control y violencia hacia la mujer en los jóvenes, según el diagnóstico insular realizado por Política Social del Cabildo de Gran Canaria.

Juventud y hombres retos violencia de género
El incremento de denuncias y peticiones de ayudas por parte de mujeres jóvenes es una de las grandes preocupaciones y retos a afrontar por parte de los servicios insulares y municipales que trabajan la violencia de género. Esta es una de las conclusiones del Estudio ‘Influencias de las acciones de prevención, sensibilización y detección de violencia de género’, cuyos resultados se presentaron hoy martes en el primer día de las Jornadas de Violencia de Género, que bajo la organización de la Consejería de Política Social del Cabildo de Gran Canaria que dirige José Miguel Álamo, se desarrollarán a lo largo de esta semana en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM).

Estas jornadas, como explicó el consejero José Miguel Álamo, pretenden ser “un punto de inflexión” en las acciones que contra la violencia de género se vienen realizando. “Un espacio de encuentro, reflexión y participación de los profesionales que trabajamos este campo” que permita seguir trabajando en la prevención y la normalización de la vida de las víctimas, según apuntó también Silvia Rúa, técnico responsable de la Sección Mujer y Familia del Cabildo, en la presentación de las Jornadas.

Junto a la exposición de buenas prácticas insulares que se desarrollan en municipios como Agüimes, Arucas, Santa Lucía, la Mancomunidad de Medianías o la Asociación Mujeres Solidaridad y Cooperación, el primer día de estas jornadas se centró en el diagnóstico realizado por la antropóloga y experta en género e igualdad de oportunidades, Ana Rodríguez Ruano, sobre el trabajo que el personal técnico municipal, insular y de ONGs vienen realizando desde hace 10 años en materia de prevención.
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En este sentido, Ana Rodríguez expuso que hay mucho trabajo realizado en este campo, capacidad creativa y de innovación, pese a la disparidad de situaciones y recursos de que dispone cada servicio. Hay, en general, una labor preventiva “bien alineada y asentada”, dijo, sobre todo en los centros educativos y en los entornos de la mujer.
No obstante, y tras su estudio cualitativo basado en entrevista a los profesionales, aclaró que los grandes retos y preocupaciones de los técnicos de prevención está en llegar a la población masculina “quizás porque falta adaptar los mensajes para que no se sientan atacados”, y a los jóvenes, donde las estadísticas indican un claro aumento de las denuncias y búsqueda de ayuda por parte de mujeres menores de 18 y hasta 16 años.
Según palabras de la antropóloga, en los jóvenes se están replicando roles de control, especialmente a través del uso de las tecnologías por parte de los chicos hacia su pareja, y de violencia. Es precisamente en este frente donde señala se debe hacer una mayor labor, no sólo directa sino transversal, para reducir la incidencia de la violencia de género.