Artenara tiene por delante grandes retos con motivo de la candidatura de Risco Caído a Patrimonio de la Humanidad, entre ellos la accesibilidad de sus recursos, bienes y espacios, por lo que la Ruta por la Accesibilidad de Gran Canaria que el Cabildo ha llevado estos días al municipio es una gran oportunidad para ir dando pasos en la eliminación de todo tipo de barreras que impiden el pleno ejercicio de sus derechos a las personas con discapacidad.
Una parte fundamental de la Ruta es el trabajo con el personal municipal para que los ayuntamientos empiecen a incorporar en todas sus acciones políticas que vayan eliminando las barreras, resaltó la consejera de Política Social y Accesibilidad del Cabildo, Elena Máñez, en la sesión plenaria simbólica que presidió junto al alcalde, Jesús Díaz, y el primer teniente de alcalde, Roberto García.
“Hemos logrado que poco a poco se empiece hablar de accesibilidad en cada uno de los municipios por los que pasamos porque de lo que no se habla no existe”, añadió.
Para el primer edil, el apoyo del Cabildo con acciones como la Ruta es fundamental para que los ayuntamientos puedan avanzar en accesibilidad. “La cumbre está de moda y las administraciones públicas tenemos la obligación de facilitar los accesos para todos las personas, algo que es complicado para un Ayuntamiento pequeño como el nuestro”, agregó.
En el pleno han participado los representantes de las asociaciones de la discapacidad que han leído un manifiesto con sus principales demandas que irá al próximo Pleno ordinario municipal para su aprobación como declaración institucional.
La Ruta, que ya ha pasado por 6 municipios de la Isla, también trabaja con los colegios y la ciudadanía, y está logrando ampliar la mirada para que vean que no solo existen barreras arquitectónicas sino otras muchas como las sensoriales o intelectuales a las que se enfrentan en su día a día las personas con discapacidad.
En este sentido Máñez destaca que va generando un impacto transformador en la sociedad. “Algunos colegios de municipios por donde ha pasado la Ruta están llamando a organizaciones como la Once porque tienen interés en seguir abordando cuestiones que tienen que ver con la accesibilidad y esa es la prueba del impacto que no sólo se circunscribe al momento en que pasamos sino que quedan inquietudes, preocupaciones y proyectos”, concluyó.