Carmen Dolores Acosta Morales es geriatra. Trabaja como médico  adjunto en el Centro Sociosanitario El Sabinal, uno de los centros pertenecientes al Instituto AS del Cabildo de Gran Canaria, y es presidenta de la Sociedad Canaria de Geriatría y Gerontología. En el CSS Sabinal trabaja junto a un equipo multidisciplinar que analiza la situación de cada persona que ingresa en el centro con el objetivo de fomentar su autonomía y mejorar su calidad de vida.

¿En qué consiste el trabajo del médico previo al ingreso de una persona en el centro?

Un equipo de profesionales formado por un médico, un trabajador social, una psicóloga, una auxiliar clínica y una enfermera nos reunimos con su familia. El objetivo es conocer cómo era esa persona anteriormente, sus patologías y qué problemas geriátricos presenta. La entrevista previa facilita el conocimiento de la persona y de su familia y nos ayuda a programar la mejor ubicación en el centro para poder cubrir sus necesidades.

¿Qué tipo de usuarios acceden al centro?

El Sabinal es un centro considerado de alto requerimiento en el que ingresan personas que tienen problemas físicos, funcionales y sociales. Es decir, son usuarios pluripatológicos. Entre las patologías más frecuentes se encuentran demencias, hipertensión, patologías cardíacas, insuficiencia renal crónica,  secuelas de accidentes cerebrovasculares o diabetes tipo 2. Nosotros recogemos los síndromes geriátricos como la polifarmacia, la incontinencia, el insomnio, el estreñimiento, las caídas o las infecciones de orina, entre otros.

¿Cómo se desarrolla el estudio de las patologías de los usuarios?

Se hace una valoración geriátrica que consta de cuatro partes. La valoración médica,  funcional, cognitiva o afectiva y social. En la primera se valoran las enfermedades y patologías que presenta. La valoración funcional consiste en descubrir cuáles son las capacidades de la persona, las que la hacen dependiente o independiente.  Se recogen las actividades básicas de la vida diaria: si es continente, si deambula, si come solo/a… y las instrumentales: si es capaz de manejar su dinero, si utiliza el medio de transporte o si realiza la compra. En la valoración cognitiva/afectiva se detecta si hay depresión o un deterioro cognitivo, de qué tipo es y en qué estadio se encuentra. La valoración social es algo fundamental. Es importante mantener la conexión con la familia de forma que cubran las necesidades afectivas que tiene la persona que va a ingresar en el centro.

Con esta valoración se marcan unos objetivos: mejorar su salud física, prevenir la evolución de la enfermedad e intentar lograr la mayor independencia y calidad de vida posible de la persona.

El centro cuenta con el modelo de Atención Centrada en la Persona. ¿En qué consiste este modelo?

Actualmente se  está impartiendo este modelo en una unidad del Centro Sociosanitario El Sabinal. Nuestro planteamiento es que cada persona es única, con una historia, unas necesidades y unas patologías diferentes. Desde el equipo multidisciplinar nos planteamos una serie de objetivos a partir de las capacidades de cada persona fomentando su autonomía y su desarrollo personal.

¿Cuáles son los retos de futuro para conseguir una mejora en la calidad de la atención a los usuarios?

Algunos de nuestros retos son implantar completamente el modelo de Atención Centrado en la Persona y conseguir la no sujeción física y química. Y, aunque hay muchas familias involucradas en las actividades que realizan los usuarios, otro objetivo es que todas se impliquen.